El Llamamiento del Señor de las Huestes

Súriy-i-Ra'ís

¡En Su nombre, el Todoglorioso!

Presta oído, oh Gobernante, a la voz de Dios, el Soberano, Quien ayuda en el peligro, Quien subsiste por Sí mismo. Él, ciertamente, llama en alta voz entre el cielo y la tierra, convocando a toda la humanidad a la escena de trascendente gloria. Ni tu gruñido, ni los ladridos de quienes te rodean, ni la oposición de las huestes del mundo pueden impedir que el Todopoderoso logre Su propósito. El mundo entero arde en llamas por obra de la Palabra de tu Señor, el Todoglorioso, una Palabra que es más suave que la brisa del amanecer. Se ha manifestado en la forma del templo humano y, mediante ella, Dios ha vivificado las almas de los sinceros de entre Sus siervos. En su íntima esencia, esta Palabra es el agua de vida por medio de la cual Dios ha purificado los corazones de aquellos que se han vuelto hacia Él y se han olvidado de cualquier otra mención, y mediante la cual Él los acerca a la sede de Su magno Nombre. La hemos rociado sobre los moradores de las tumbas, y he aquí que se han levantado, con la mirada fija en la brillante y resplandeciente Belleza de su Señor.

¡Oh Gobernante! Has cometido lo que ha hecho lamentarse a Muḥammad, el Apóstol de Dios, en el Exaltadísimo Paraíso. El mundo te ha vuelto soberbio, a tal punto que te has apartado del Rostro por Cuyo esplendor ha sido iluminado el Concurso de lo alto. Pronto te encontrarás en la más evidente perdición. Conspiraste con el Embajador de Persia para causarme daño, cuando Yo había venido a ti desde la fuente de la majestad y la grandeza con una Revelación que ha solazado los ojos de los favorecidos de Dios.

¡Por Dios! Este es el Día en que el Fuego imperecedero clama desde lo íntimo de todas las cosas creadas: «¡Ha venido el Más Amado de los mundos!» Y frente a todas las cosas se yergue un Moisés, escuchando la Palabra de tu Señor, el Todopoderoso, el Omnisapiente. Si Nos despojáramos de la vestidura mortal con que Nos hemos ataviado por consideración a tus debilidades, todos los que están en el cielo y en la tierra ofrecerían sus almas por Mí. De esto da testimonio tu mismísimo Señor. No obstante, nadie se percata de ello salvo quienes se han desprendido de todas las cosas por amor a su Señor, el Todopoderoso, el Omnipotente.

¿Acaso te has imaginado capaz de extinguir el fuego que Dios ha prendido en el corazón de la creación? No, por Aquel que es la Eterna Verdad, si tan solo lo supieras. Antes bien, debido a lo que han perpetrado tus manos, ardió más todavía y crepitó con mayor intensidad. Pronto abarcará la tierra y a todos los que moran en ella. Así lo ha decretado Dios, y los poderes de la tierra y del cielo son incapaces de frustrar Su propósito.

Se aproxima el día en que la Tierra del Misterio y lo que hay junto a ella se verán trastocados, y se escaparán de las manos del Rey, y se producirán conmociones, y se levantará la voz de la lamentación, y se revelarán las señales de la perversidad por doquier y se propagará la confusión a causa de cuanto les ha acaecido a estos cautivos a manos de las huestes de la opresión. Se alterará el curso de los acontecimientos y las condiciones se volverán tan penosas que la mismísima arena de las colinas desoladas se quejará, llorarán los árboles en las montañas y manará sangre de todas las cosas. Entonces verás a la gente en doloroso sufrimiento y lo que hay junto a ella se verán trastocados, y se escaparán de las manos del Rey, y se producirán conmociones, y se levantará la voz de la lamentación, y se revelarán las señales de la perversidad por doquier y se propagará la confusión a causa de cuanto les ha acaecido a estos cautivos a manos de las huestes de la opresión. Se alterará el curso de los acontecimientos y las condiciones se volverán tan penosas que la mismísima arena de las colinas desoladas se quejará, llorarán los árboles en las montañas y manará sangre de todas las cosas. Entonces verás a la gente en doloroso sufrimiento y lo que hay junto a ella se verán trastocados, y se escaparán de las manos del Rey, y se producirán conmociones, y se levantará la voz de la lamentación, y se revelarán las señales de la perversidad por doquier y se propagará la confusión a causa de cuanto les ha acaecido a estos cautivos a manos de las huestes de la opresión. Se alterará el curso de los acontecimientos y las condiciones se volverán tan penosas que la mismísima arena de las colinas desoladas se quejará, llorarán los árboles en las montañas y manará sangre de todas las cosas. Entonces verás a la gente en doloroso sufrimiento.

¡Oh Gobernante! En una época Nos revelamos a ti en el Monte Tíná, y en otra época en el Monte Zaytá, y una vez más en este santísimo Lugar. No obstante, siguiendo tus corruptas inclinaciones, no respondiste y fuiste contado entre los desatentos. Considera, entonces, y recuerda la época en que Muḥammad vino con claras señales provenientes de Aquel que es el Todopoderoso, el Omnisapiente. Apostada en lugares ocultos y en los mercados para apedrearle, la gente rechazaba las señales de Dios, tu Señor y el Señor de tus antepasados. Los eruditos también Le negaron, al igual que hicieron sus seguidores y, asimismo, los reyes de la tierra, tal como has oído en los relatos de la antigüedad. Entre esos reyes se hallaba Cosroes, a quien Muḥammad envió una bendita epístola llamándolo hacia Dios y prohibiéndole las falsas creencias. En verdad, tu Señor conoce todas las cosas. No obstante, siguiendo los impulsos de sus deseos malvados y corruptos, Cosroes se volvió arrogante ante Dios y rompió la Tabla. En verdad, se cuenta entre los moradores del fuego más profundo.

¿Estaba acaso dentro del poder del Faraón impedir que la mano de Dios ejerciera Su soberanía cuando obró impúdicamente en la tierra y fue uno de los transgresores? Desde dentro de su propia casa, y pese a su voluntad, hicimos surgir a Aquel que conversó con Dios. Muy capaces somos de lograr Nuestro propósito. Recuerda, además, cómo Nimrod encendió el fuego de la impiedad para que su llama consumiese a Abraham, el Amigo de Dios; no obstante, Lo liberamos mediante el poder de la verdad y asimos a Nimrod con la furia de Nuestra ira. Di: El Rey de Persia dio muerte al Bienamado de los mundos para extinguir la luz de Dios entre el pueblo y para privarles del manantial de vida eterna en los días de tu Señor, el Magnánimo, el Munífico.

Nos también hemos revelado la Causa de Dios en Sus ciudades y hemos alzado Su recuerdo en medio de quienes verdaderamente creen en Él. Di: Este Joven ha venido a vivificar el mundo y unir a todos sus pueblos. Se aproxima el día en que habrá prevalecido aquello que Dios se ha propuesto y verás el mundo transformado en el gloriosísimo paraíso. Así ha sido inscrito por la Pluma de la Revelación en esta formidable Tabla.

Deja de mencionar al Gobernante, oh Pluma, y trae al recuerdo a Anís, aquel compañero íntimo del amor de Dios que se desvinculó de los descarriados y de los infieles. Desgarró los velos de manera tal que los moradores del Paraíso podían oír cómo se rasgaban. Glorificado sea Dios, el Soberano, el Poderoso, el Omnisciente, el Omnisapiente.

¡Oh ruiseñor! Inclina tu oído a la voz del Todoglorioso en esta noche en que las tropas armadas Nos han rodeado, mientras permanecemos en un estado de júbilo extremo. ¡Ojalá que nuestra sangre pudiese derramarse sobre la tierra y que nuestros cuerpos fuesen arrojados al polvo en el camino de Dios! Este es, en verdad, Mi deseo y el deseo de quienquiera que Me haya buscado y alcanzado Mi muy maravilloso, Mi incomparable Reino.

Has de saber, oh siervo, que cierto día, al despertar, encontramos que los amados de Dios estaban a la merced de Nuestros adversarios. Había centinelas apostados en todos los portones y a nadie le estaba permitida la entrada o la salida. En verdad, perpetraron una grave injusticia, pues dejaron a los amados de Dios y a Sus familiares sin alimentos durante la primera noche. Tal fue la suerte que corrieron aquellos por quienes ha sido creado el mundo y todo cuanto hay en él. ¡Ay de aquellos que lo perpetraron y de aquellos que los llevaron a cometer tal maldad! Pronto, Dios consumirá sus almas en el fuego. Él, ciertamente, es el más fiero de los vengadores.

El pueblo rodeó la casa, y musulmanes y cristianos lloraron por Nos, y el clamor de las lamentaciones se levantó entre la tierra y el cielo debido a lo que habían causado las manos de los opresores. Percibimos que el llanto de los seguidores del Hijo sobrepasaba al llanto de los demás: una señal para aquellos que meditan.

Uno de Mis compañeros ofreció la vida, degollándose con sus propias manos por amor a Dios, una acción sin precedentes en siglos pasados y que Dios ha reservado para esta Revelación como prueba del poder de Su dominio. Él es, ciertamente, el Libre, Quien todo lo subyuga. En cuanto a aquel que así se inmoló en Iráq, él es, en verdad, el Rey y Bienamado de los Mártires, y lo que él demostró fue un testimonio de Dios para las gentes de la tierra. Tales almas han sido influenciadas por la Palabra de Dios, han saboreado la dulzura de Su recuerdo, y están tan extasiadas con las brisas de la reunión que se han desprendido de todos cuantos moran en la tierra y se han vuelto hacia el Semblante divino con rostros resplandecientes de luz. Y si bien han cometido un acto que Dios ha prohibido, no obstante, Él los ha perdonado en señal de Su misericordia. Él es, ciertamente, Quien siempre perdona, el Más Compasivo. Tan cautivadas estaban estas almas por Aquel que es el Imponente que las riendas de la voluntad se les escaparon de las manos, hasta que finalmente ascendieron a la morada del Invisible y entraron en presencia de Dios, el Todopoderoso, el Omnisciente.

Di: Este Joven ha salido de este país y ha depositado debajo de cada árbol y de cada piedra un tesoro, que Dios hará aparecer muy pronto mediante el poder de la verdad. Así es como se ha emitido la ley y se ha cumplido el mandato de Aquel que es el Ordenador, el Omnisapiente. Las huestes de la tierra y del cielo son impotentes para resistir Su Causa, y tampoco pueden todos los reyes y gobernantes del mundo frustrar jamás Su propósito. Di: La adversidad es el aceite que alimenta la llama de esta Lámpara, y con la cual aumenta su luz, si tan solo lo supierais. En verdad, el repudio del díscolo no sirve sino para proclamar esta Fe y para propagar la Causa de Dios y Su Revelación por todo el mundo.

Grande es vuestra bienaventuranza, ya que habéis abandonado vuestros hogares y habéis andado errantes por amor a vuestro Señor, el Todopoderoso, el Anciano de Días, hasta que entrasteis en la Tierra del Misterio en un momento en que ardía el fuego de la opresión y se oía el graznido del cuervo de la discordia. Sois Mis compañeros en Mis tribulaciones, por cuanto estuvisteis presentes junto a Nos en la lúgubre noche en que se agitaron los corazones de quienes atestiguan la unidad de Dios. Entrasteis a estas tierras por causa de Nuestro amor, y salisteis de ellas por Nuestro mandato. ¡Por la rectitud de Dios! Debido a vosotros la tierra misma se gloría sobre el cielo. ¡Cuán excelente es esta muy sublime, gloriosa y exaltada munificencia! Os habéis visto privadas de vuestro nido, oh aves de la eternidad, por amor a vuestro Señor, el Libre, pero vuestra verdadera morada está bajo las alas de la gracia del Todomisericordioso. ¡Bienaventurados los que comprenden!

¡Oh Mi Dhabíh! Que los hálitos del espíritu soplen sobre ti y sobre quienes han buscado la comunión contigo, han percibido en ti la suave fragancia de Mi presencia, y han prestado oído a aquello mediante lo cual son purificados los corazones de los verdaderos buscadores. Da gracias a Dios por cuanto has llegado a las orillas de este Grandísimo Océano, y escucha los mismísimos átomos de la tierra que proclaman: «¡Este es el Bienamado de los mundos!» Los moradores de la tierra Lo han agraviado y no han reconocido a Aquel Cuyo nombre invocan sin cesar. Perdidos están quienes han permanecido desatentos y se han opuesto a Aquel por Cuyos amados les hubiese correspondido ofrendar sus vidas, ¡y con cuánta más razón por Su propia Belleza, luminosa y resplandeciente!

Ten paciencia, aunque tu corazón se consuma en la separación de Dios, por cuanto Él te ha concedido una exaltada posición en Su presencia. Es más, ahora mismo estás de pie ante Su rostro, y te comunicamos, mediante la lengua de la fuerza y el poder, palabras que incluso los oídos de los sinceros se han visto privados de oír. Di: Si Él pronunciara una sola palabra, esa palabra por sí sola sería más dulce que todos los dichos de los hombres.

Si Muḥammad, el Apóstol de Dios, hubiera llegado a este Día, habría exclamado: «Verdaderamente, Te he reconocido, oh Anhelo de los Mensajeros Divinos». Si Abraham hubiera alcanzado este Día, Él también, cayendo postrado en el suelo y con la mayor humildad ante el Señor, tu Dios, habría exclamado: «Mi corazón está lleno de paz, ¡oh Tú, Señor de todo lo que existe en el cielo y en la tierra! Yo declaro que Tú has descubierto ante mis ojos toda la gloria de Tu poder y la plena majestad de Tu ley. Asimismo, atestiguo que por medio de Tu Revelación los corazones de los fieles se sienten afianzados y contentos». Si Moisés mismo hubiera alcanzado este Día, Él también habría alzado Su voz, diciendo: «¡Toda alabanza sea para Ti, por haber dirigido la luz de Tu semblante hacia mí y haberme incluido entre aquellos que han tenido el privilegio de contemplar Tu rostro!»

Considera a la gente y su estado. Reflexiona sobre las cosas que han pronunciado sus bocas y que han perpetrado sus manos en este bendito, este santísimo e incomparable Día. Quienes han mancillado el buen nombre de la Causa de Dios y se han vuelto hacia el Maligno han sido maldecidos por todas las cosas creadas y se cuentan entre los moradores del fuego. Ciertamente, quienquiera que haya prestado atención a Mi llamamiento se mantendrá impertérrito ante el clamor de todos los habitantes de la tierra; y quienquiera que sea influenciado por las palabras de alguien que no sea Yo jamás ha oído Mi llamamiento. ¡Por Dios! Tal hombre tiene vedada la entrada a Mi Reino, se halla excluido de Mis dominios de majestad y poder, y es de los que están completamente perdidos.

No te lamentes por lo que te ha acontecido. Has padecido por Mi amor lo que la mayoría de la gente jamás ha soportado. Tu Señor sabe y está informado de todo. Él estaba contigo en las asambleas y reuniones y oyó lo que fluía del manantial de tu corazón, las aguas vivas del conocimiento y la sabiduría, en recuerdo de tu Señor, el Misericordioso. Esto es, ciertamente, una muestra de Su munífico favor.

Dentro de poco Dios hará surgir de entre los reyes a uno que ayudará a Sus amados. Él, ciertamente, abarca todas las cosas. Él infundirá en los corazones el amor a Sus amados. Ciertamente, esto ha sido decretado irrevocablemente por Aquel que es el Todopoderoso, el Benéfico.

Rogamos a Dios que regocije los corazones de Sus siervos mediante tu llamamiento, que haga de ti un estandarte de guía en Sus países, y que ayude por mediación de ti a los que han sido humillados. No prestes atención a quien provocó un gran clamor y que todavía lo provoca ahora. Que tu Señor, Quien siempre perdona, el Más Generoso, te sea suficiente en todo. Relata a Mis amados lo que has visto y aprendido de la historia de este Joven, y comunícales lo que te hemos hecho saber. En verdad, tu Señor te ayuda y vela por ti en todo momento y en todas las condiciones. Las bendiciones del Concurso de lo alto te envuelven, y los parientes y las hojas de la familia sagrada que rodean el Árbol celestial te ensalzan con maravillosas alabanzas.

¡Oh Pluma de la Revelación! Trae a la memoria a aquel cuya misiva Nos llegó en esta lúgubre noche. Él es quien vagó de una región a otra hasta que entró en la Ciudad, buscando el refugio de la misericordia de su Señor, el Todopoderoso, el Altísimo. En ávida espera de los favores de su Señor, pernoctó en ella una noche, mas abandonó el lugar a la mañana siguiente según lo dispuesto por Dios, llenando de pena el corazón de este Joven. De esto es testigo el mismísimo Todopoderoso.

Grande es tu bienaventuranza, por cuanto has recibido el vino de la expresión de manos del Todomisericordioso, y te has extasiado a tal punto con la suave fragancia del Bienamado que has renunciado a tu comodidad y has sido contado entre los que se han apresurado en ir a Su Paraíso, el Punto de Amanecer de las señales de tu Señor, el Magnánimo, el Incomparable. Feliz aquel que ha bebido el vino de los misterios íntimos del semblante de su Señor y se ha embriagado con este trago puro y cristalino. ¡Por Dios! Hace que todo creyente verdadero se remonte al cielo de la majestad y grandeza, y transmuta toda duda en certeza.

No te apenes por lo que te ha acaecido; antes bien pon toda tu confianza en Dios, el Todopoderoso, el Omnisciente, el Sabio. Construye tu casa sobre la sólida base de las palabras divinas, y alaba a tu Señor. Él, en verdad, te será suficiente por sobre todas las gentes de la tierra.

Ciertamente, Dios ha inscrito vuestros nombres en una Tabla en la que se atesoran los secretos ocultos de todo cuanto ha sido. Dentro de poco los fieles recordarán vuestro exilio y todas las travesías que habéis emprendido en Su camino. Él, en verdad, ama a aquellos que Lo aman, y es Quien ayuda a los sinceros. ¡Por la rectitud de Dios! Los ojos del Concurso de lo alto están fijos en vosotros y sus dedos apuntan en vuestra dirección. Así es como os envuelve la generosidad de vuestro Señor. Ojalá que las gentes reconocieran lo que se les ha escapado en los días de Dios, el Todoglorioso, el Más Alabado.

Da gracias a Dios por haberte ayudado a conocerle y a entrar en los recintos de Su corte en un momento en que los impíos rodearon a la familia de tu Señor y a Sus amados, y los expulsaron de sus hogares con manifiesta crueldad, intentando separarnos a la orilla del mar. En verdad, tu Señor conoce lo que está oculto en el pecho de los impíos. Di: Aunque despedazaseis nuestros cuerpos, no podríais desterrar de nuestros corazones el amor a Dios. En verdad, fuimos creados para el sacrificio, y de ello nos honramos ante toda la creación.

¡Oh tú que estás encendido con el fuego del amor a Dios! Has de saber que Nos ha llegado tu carta y que Nos hemos informado de su contenido. Imploramos a Dios que te confirme en Su amor y en Su agrado, que te ayude en la promoción de Su Causa y que te cuente entre aquellos que se han levantado para hacer triunfar Su Fe.

En cuanto a tu pregunta acerca del alma, has de saber que entre la gente abundan los tratados y hay múltiples opiniones en cuanto a sus grados. Entre estos figuran el alma del reino, el alma del dominio, el alma celestial, el alma divina, el alma santificada, así como el alma benévola, el alma satisfecha, el alma que agrada a Dios, el alma inspirada, el alma irascible, y el alma concupiscente. Cada grupo tiene sus propios pronunciamientos con respecto al alma y no Nos sentimos inclinados a detenernos en lo que se ha dicho en el pasado. Ciertamente, junto a tu Señor se halla el conocimiento de las generaciones anteriores y recientes.

¡Ojalá estuvieses presente ante Nuestro trono para escuchar de la propia Lengua de Grandeza cuanto deseas y escalar las cimas más elevadas del conocimiento por la gracia de Aquel que es el Omnisciente, el Sapientísimo! No obstante, los impíos se han interpuesto entre nosotros. Ten cuidado, no sea que te apenes por ello. Conténtate con lo que ha sido ordenado por un decreto irrevocable, y sé de los que soportan con paciencia.

Has de saber que el alma que es común a todos los hombres aparece después de la mezcla de las cosas y tras su maduración, tal como observas en el germen: una vez que se ha desarrollado hasta su fase predestinada, Dios manifiesta el alma que se hallaba latente en él. En verdad, tu Señor hace lo que es Su voluntad y ordena lo que Le place.

En cuanto al alma a que se hace referencia, ciertamente ha sido creada por la Palabra de Dios y es tal que, si se prende con el fuego del amor de su Señor, ni las aguas de la oposición ni los océanos del mundo pueden apagar su llama. Esa alma es, en verdad, un fuego que arde en el árbol del hombre, que proclama: «¡No hay Dios fuera de Él!» Quienquiera preste oído a su llamamiento es, verdaderamente, de los que han llegado hasta Él. Y cuando se despoje de su figura humana, Dios hará que surja de nuevo en la más excelente de las formas y hará que entre en un paraíso sublime. Ciertamente, tu Señor tiene poder sobre todas las cosas.

Has de saber, además, que la vida del hombre procede del espíritu, y el espíritu se vuelve hacia dondequiera que el alma le indique. Medita sobre aquello que te hemos revelado para que reconozcas el Alma de Dios que ha aparecido en la Aurora de la munificencia, investida de soberanía manifiesta.

Has de saber también que el alma está dotada de dos alas: si se remonta a la atmósfera del amor y el contento, estará relacionada con el Todomisericordioso. Y si vuela por la atmósfera del yo y del deseo, pertenecerá al Maligno; que Dios nos escude y os proteja de ello, oh vosotros que tenéis percepción. Si el alma llega a encenderse con el fuego del amor de Dios, se le llama benévola y grata a Dios; pero si está consumida por el fuego de la pasión, se le conoce como el alma concupiscente. Así te hemos expuesto este tema para que obtengas una comprensión clara.

¡Oh Pluma del Altísimo! Relátale a aquel que se ha vuelto hacia Tu Señor, el Todoglorioso, lo que le permita prescindir de los dichos de los hombres. Di: El espíritu, la mente, el alma y las facultades de la vista y del oído no son sino una sola realidad que tiene múltiples expresiones debido a la diversidad de sus instrumentos. Como puedes observar, las facultades que la persona tiene de comprender, moverse, hablar, oír y ver derivan todas de esta señal de su Señor que se halla dentro de ella. En su esencia es una; pero es múltiple gracias a la diversidad de sus instrumentos. Esto, ciertamente, es una verdad incontrovertible. Por ejemplo, si dirige su atención al órgano de la audición, entonces se ponen de manifiesto la audición y sus atributos. De igual manera, si la dirige al órgano de la visión, aparecen un efecto y atributo diferentes. Reflexiona sobre este tema para que comprendas el verdadero significado de lo que se ha querido decir, te sientas libre de los dichos de la gente y seas de los que están bien seguros. De igual modo, cuando esta señal de Dios se vuelve hacia el cerebro, la cabeza y medios similares, se manifiestan los poderes de la mente y del alma. Tu Señor es, en verdad, potente para hacer cuanto desee.

Todo lo que hemos mencionado aquí ha sido elucidado en las Tablas que hemos revelado en respuesta a preguntas relativas a las letras inconexas del Corán. Medita sobre ellas para que comprendas lo que ha descendido desde el Reino de Aquel que es el Todopoderoso, el Más Alabado. Así hemos optado por ser concisos en esta Tabla. Imploramos a Dios que te dé a conocer mediante esta breve exposición lo que las palabras jamás podrán agotar, y te dé a beber de los océanos ilimitados con esta copa. En verdad, tu Señor es el Munífico y es invencible en Su poder.

¡Oh Pluma del Anciano de Días! Recuerda a ‘Alí, quien residió contigo en Iráq hasta que el Sol del mundo partió de allí. Abandonó su hogar para alcanzar la corte de Tu presencia cuando estábamos cautivos en manos de los que han sido privados de las suaves fragancias del Misericordioso. No te apenes por lo que Nos ha acaecido a Nos y a ti en el camino de Dios. Ten certeza y persevera. Él, en verdad, hace victoriosos a aquellos que Le aman, y Su poder domina todas las cosas. Quien se vuelve hacia Él ilumina con ello los rostros del Concurso de lo alto, y de esto Dios mismo es Mi testigo.

Di: Oh pueblo, ¿os imagináis que, después de rechazar a Aquel mediante Quien se han manifestado las religiones del mundo, seguís mostrando lealtad a la Fe de Dios? ¡Por la rectitud de Dios! Sois contados entre los moradores del Fuego. Así ha sido inscrito el decreto en las Tablas por la Pluma de Dios. Di: Jamás impedirá el ladrido de los perros que el Ruiseñor entone sus melodías. Meditad un poco para que tal vez descubráis un camino que conduzca a la Eterna Verdad.

Di: ¡Magnificado eres Tú, oh Señor mi Dios! Yo Te ruego, por las lágrimas que han derramado Tus amantes en su anhelo por Ti, y por el deseo de los que plañen en su separación de Ti, y por Tu Bienamado, Quien ha caído en manos de Tus adversarios, que ayudes bondadosamente a quienes han buscado refugio bajo las alas protectoras de Tu favor y bondad, y quienes no han anhelado a otro Señor fuera de Ti.

Hemos abandonado nuestros hogares, oh Señor, en nuestras ansias por encontrarte y en nuestro anhelo de estar unidos a Ti. Hemos atravesado la tierra y el mar para alcanzar la corte de Tu presencia y prestar oído a Tus versículos. No obstante, cuando arribamos a las orillas del mar se nos impidió llegar hasta Ti, pues los impíos se interpusieron entre nosotros y la luz de Tu semblante.

¡Oh Señor! Una intensa sed se ha apoderado de nosotros, y junto a Ti están las mansas corrientes de la vida eterna. Potente eres Tú para hacer lo que Te place. No nos niegues el objeto de nuestra búsqueda. Consigna, pues, para nosotros la recompensa decretada para aquellos de Tus siervos que gozan de acceso cercano a Ti y están totalmente dedicados a Tu voluntad. Haz que seamos tan firmes en Tu amor que nada nos aparte de Ti ni impida que Te adoremos. Poderoso eres Tú para hacer lo que te place. Tú, en verdad, eres el Todopoderoso, el Más Generoso.