Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh

CXLI

¡Un Libro enviado en verdad a las gentes de discernimiento! Éste ordena al pueblo observar justicia y obrar con rectitud, y les prohíbe seguir sus inclinaciones corruptas y deseos carnales, acaso los hijos de los hombres sean despertados de su negligencia.

Di: Seguid, oh pueblo, lo que ha sido prescrito a vosotros en Nuestras Tablas, y no os dejéis llevar por las imaginaciones que han maquinado los sembradores de maldad, aquellos que cometen perversidad y la imputan a Dios, el Más Santo, el Todoglorioso, el Exaltadísimo. Di: Hemos aceptado ser sometidos a males y aflicciones para que os purifiquéis de toda inmundicia terrenal. ¿Por qué rehusáis entonces meditar sobre Nuestro propósito en vuestros corazones? ¡Por la rectitud de Dios! A quienquiera que reflexione sobre las tribulaciones que hemos sufrido se le desvanecerá el alma de pena. Tu Señor mismo atestigua la verdad de Mis palabras. Hemos soportado el peso de todas las calamidades para purificaros de toda corrupción terrenal, y, sin embargo, os mostráis indiferentes.

Di: Incumbe a cada uno que se sostiene firmemente del borde de Nuestro Manto no mancharse con nada que repugne al Concurso de lo alto. Así ha sido decretado por tu Señor, el Todoglorioso, en Su perspicua Tabla. Di: ¿Dejáis a un lado Mi amor y cometéis lo que entristece Mi corazón? ¿Qué os impide comprender lo que os ha sido revelado por Aquel que es el Omnisciente, el Omnisapiente?

Nos, en verdad, vemos vuestras acciones. Si percibimos de ellas el suave aroma de la pureza y santidad, con toda certeza os bendeciremos. Entonces, las lenguas de los moradores del Paraíso pronunciarán vuestra alabanza y magnificarán vuestros nombres entre los que se han acercado a Dios.

Aférrate al borde del Manto de Dios y sostente firmemente de Su Cuerda, una Cuerda que nadie puede cortar. Cuida que el clamor de los que han repudiado a este Más Grande Anuncio no te impida lograr tu propósito. Proclama lo que te ha sido prescrito en esta Tabla, aunque todos los pueblos se levanten contra ti. Tu Señor es, en verdad, el Imponente, el Protector Infalible.

Mi gloria sea contigo y con aquellos de mis amados que se asocian contigo. Éstos de verdad serán bienaventurados.