Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh

CXLVI

Es Nuestra esperanza y deseo que cada uno de vosotros se convierta en fuente de toda bondad hacia todos y un ejemplo de rectitud para la humanidad. Cuidado, no sea que os prefiráis a vuestros semejantes. Fijad vuestra mirada en Aquel que es el Templo de Dios entre la humanidad. Él, en verdad, ha ofrendado Su vida en rescate por la redención del mundo. Él, ciertamente, es el Munificente, el Magnánimo, el Altísimo. Si aparecen diferencias entre vosotros, vedme de pie ante vuestra faz, y pasad por alto las faltas de cada uno en aras de Mi nombre y como una muestra de vuestro amor por Mi manifiesta y resplandeciente Causa. Nos agrada veros en todo momento uniéndoos en amistad y concordia dentro del paraíso de Mi complacencia, y percibir en vuestros actos la fragancia de la amabilidad y unidad, de la bondad y fraternidad. Así os aconseja el Omnisapiente, el Fiel. Siempre estaremos con vosotros; si aspiramos el perfume de vuestra fraternidad, Nuestro corazón de seguro se regocijará, pues nada más Nos puede satisfacer. Esto lo atestigua toda persona de verdadero entendimiento.