Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh

CLVIII

Dios ha prescrito a cada uno el deber de enseñar Su Causa. Aquel que se disponga a cumplir este deber debe necesariamente, antes de proclamar Su Mensaje, adornarse con el ornamento de un carácter recto y loable, para que sus palabras atraigan los corazones de aquellos que son receptivos a su llamamiento. Sin ello, nunca podrá esperar influir en sus oyentes.