Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh
CLX
¡Ciertamente es un verdadero creyente en la unidad de Dios quien, en este Día, Le considere como Aquel que es inmensamente exaltado sobre todas las comparaciones y semejanzas con que Le han comparado! Ha errado gravemente quien haya tomado estas comparaciones y semejanzas por Dios mismo. Medita sobre la relación entre el artesano y su obra, entre el pintor y su pintura. ¿Podría alguna vez sostenerse que la obra producida por sus manos es igual que ellos mismos? ¡Por Aquel que es el Señor del Trono de lo alto y de aquí en la tierra! No pueden interpretarse de ningún modo sino como pruebas que proclaman la excelencia y perfección de su autor.
¡Oh Shaykh, oh tú que has sometido tu voluntad a Dios! Por autosometimiento y unión perpetua con Dios se entiende que las almas deberían sumir su voluntad totalmente en la Voluntad de Dios, y considerar sus deseos como la nada extrema en comparación con Su Propósito. Deben disponerse a cumplir diligentemente y con el mayor regocijo y vehemencia todo lo que el Creador ordene observar a Sus criaturas. En ningún caso deben permitir que su fantasía oscurezca su juicio, ni tampoco deben estimar sus propias imaginaciones como la voz del Eterno. Hemos revelado en la oración del ayuno: “Si la boca de Tu voluntad se dirigiere a ellos diciendo: ‘Observad el ayuno por amor a Mi belleza, oh pueblo, y no fijéis límite alguno a su duración’, juro por la majestad de Tu gloria que cada uno de ellos lo observará fielmente, se abstendrá de todo lo que viole Tu ley y continuará haciéndolo hasta que entregue su alma a Ti”. En esto consiste el completo sometimiento de la voluntad de uno a la Voluntad de Dios. Medítalo para que bebas de las aguas de vida sempiterna que fluyen a través de las palabras del Señor de toda la humanidad, y atestigües que el único Dios verdadero siempre ha estado inmensurablemente exaltado por encima de Sus criaturas. Él, ciertamente, es el Incomparable, el Perdurable, el Omnisciente, el Sapientísimo. La posición del absoluto autosometimiento trasciende todas las demás posiciones y permanecerá siempre por encima de ellas.
Te incumbe consagrarte a la Voluntad de Dios. Todo lo que ha sido revelado en Sus Tablas no es más que un reflejo de Su Voluntad. Tan completa debe ser tu consagración, que toda huella de deseo mundano debe ser lavada de tu corazón. Éste es el significado de la verdadera unidad.
Ruega a Dios que te permita permanecer firme en esta senda y que te ayude a guiar a los pueblos del mundo hacia Aquel que es el manifiesto y soberano Gobernante, Quien se ha revelado en un atavío distinto, Quien da expresión a un Mensaje divino y particular. Ésta es la esencia de la fe y certeza. Aquellos que son los adoradores del ídolo que han cincelado sus imaginaciones, y que lo llaman Realidad Interior, son, en verdad, contados entre los paganos. Esto lo ha testificado el Todomisericordioso en Sus Tablas. Él, ciertamente es el Omnisciente, el Omnisapiente.