Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh

XXV

Es evidente que cada época en que ha vivido una Manifestación de Dios es divinamente ordenada y, en cierto modo, puede ser caracterizada como el Día designado de Dios. Sin embargo, este Día es único, y debe ser distinguido de los que lo han precedido. La designación de “Sello de los Profetas” revela plenamente su elevada posición. El Ciclo Profético, de cierto, ha terminado. La Eterna Verdad ya ha llegado. Él ha enarbolado la Enseña del Poder y derrama ahora sobre el mundo el nítido esplendor de Su Revelación.