Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh

VI

Ved cómo los diversos pueblos y linajes de la tierra han esperado el advenimiento del Prometido. Tan pronto como Se hubo manifestado Aquel que es el Sol de la Verdad, he aquí que todos se apartaron de Él, excepto aquellos a quienes Dios quiso guiar. No Nos atrevemos a levantar, en este Día, el velo que oculta la elevada posición que cada creyente verdadero puede alcanzar, por cuanto el júbilo que provocaría esa revelación bien pudiera hacer a algunos desfallecer y morir.

Aquel que es el Corazón y Centro del Bayán ha escrito: “El germen que contiene dentro de sí las potencialidades de la Revelación que ha de venir está dotado de una potencia superior a las fuerzas unidas de todos los que Me siguen”. Y, en otra parte, Él dice: “De todos los tributos que he rendido a Aquel que vendrá después de Mí, el más grande es éste: Mi confesión escrita de que ninguna palabra Mía puede describirle en forma adecuada, ni tampoco puede hacer justicia a Su Causa referencia alguna a Él contenida en Mi Libro, el Bayán”.

De quien haya explorado las profundidades de los océanos que se hallan ocultos en estas excelsas palabras y haya comprendido su trascendencia, puede decirse que ha descubierto un destello de la gloria inefable con que ha sido dotada esta grande, sublime y santísima Revelación. Bien puede imaginarse el honor con que han de ser investidos sus fieles seguidores, dada la excelencia de tan grande Revelación. ¡Por la rectitud del único Dios verdadero! Incluso el aliento de esas almas supera todos los tesoros de la tierra. Dichoso aquel que lo haya logrado, y ¡ay de los negligentes!