Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh

LX

Mi cautiverio no puede deshonrarme. Es más, por Mi Vida, Me confiere gloria. Lo que puede avergonzarme es la conducta de aquellos de Mis seguidores que dicen amarme, y sin embargo siguen de hecho al Maligno. En verdad, son de los perdidos.

Cuando se cumplió el tiempo fijado para esta Revelación, y apareció en Iráq Aquel que es el Sol del mundo, Él les pidió a Sus seguidores observar aquello que los purificaría de toda profanación terrenal. Algunos prefirieron seguir los deseos de una inclinación corrupta, mientras que otros transitaron por el camino de la rectitud y la verdad, y fueron bien guiados.

Di: No ha de ser contado entre el pueblo de Bahá aquel que sigue sus deseos mundanos o fija su corazón en las cosas de la tierra. Es Mi verdadero seguidor quien, si llegare a un valle de oro puro, pasará derecho por él, distante como una nube, y no se volverá ni se detendrá. Tal hombre es, ciertamente, de Mí. De su vestidura el Concurso de lo alto puede percibir la fragancia de la santidad....Y si se encontrare con la más bella y atractiva de las mujeres, no sentirá su corazón seducido por la menor sombra de deseo hacia su belleza. De hecho, semejante persona es la creación de inmaculada castidad. Así os instruye la Pluma del Anciano de Días, como ha sido ordenado por vuestro Señor, el Todopoderoso, el Munífico.