Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh

LXXVII

Y ahora respecto de tu pregunta que se refiere a la creación del hombre. Has de saber que todos los seres humanos han sido creados en la naturaleza hecha por Dios, el Guardián, Quien subsiste por Sí mismo. A cada uno le ha sido prescrita una medida preordinada, según está decretado en las sublimes y resguardadas Tablas de Dios. Sin embargo, todo lo que poseéis potencialmente sólo puede manifestarse como resultado de vuestra propia voluntad. Vuestras acciones atestiguan esta verdad. Considerad, por ejemplo, aquello que ha sido prohibido a las gentes en el Bayán. En aquel Libro, Dios, por Su mandato, ha declarado legal todo lo que Él ha deseado decretar y, mediante la fuerza de Su soberano poder, ha prohibido todo aquello que Él ha decidido prohibir. Esto lo testifica el texto de ese Libro. ¿No lo reconocéis? Sin embargo, las gentes han violado conscientemente Su ley. ¿Tal comportamiento debe ser atribuido a Dios o a ellos mismos? Sed justos en vuestro juicio. Toda cosa buena es de Dios y todo lo malo procede de vosotros. ¿No os dais cuenta? Esta misma verdad ha sido revelada en todas las Escrituras, si sois de los que entienden. Toda acción que meditáis es para Él tan clara como cuando esa acción ya ha sido ejecutada. No hay otro Dios salvo Él. Suya es toda la creación y su imperio. Todo está revelado ante Él; todo está consignado en Sus santas y ocultas Tablas. Sin embargo, esta precognición de Dios no debe entenderse como causa de las acciones de la gente, al igual que vuestro propio conocimiento previo acerca de que cierto acontecimiento ha de ocurrir, o vuestro deseo de que ocurra, no es y nunca podrá ser la razón de que éste suceda.