Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh

LXXXVII

Ahora acerca de tu pregunta: “¿Por qué no se encuentran documentos referentes a los Profetas que precedieron a Adán, el Padre de la Humanidad, ni de los reyes que vivieron en los días de esos Profetas?” Has de saber que la falta de toda referencia a ellos no prueba que no existieran realmente. El que actualmente no se disponga de ningún documento acerca de ellos debe atribuirse a su extrema antigüedad, así como también a los grandes cambios que el mundo ha sufrido desde su tiempo.

Además, los modos y formas de escritura que ahora son usuales entre la gente eran desconocidos para las generaciones anteriores a Adán. Incluso hubo un tiempo en que se ignoraba por completo el arte de la escritura y se adoptó un sistema enteramente distinto del que se usa en la actualidad. Para una exposición apropiada de este asunto se requeriría una explicación detallada.

Considera las diferencias que han surgido desde los días de Adán. Las diversas y muy conocidas lenguas que ahora hablan los pueblos de la tierra eran originalmente desconocidas, así como las variadas reglas y costumbres que ahora son comunes entre ellos. Los pueblos de aquella época usaban un lenguaje distinto de los que conocemos actualmente. Las diferencias entre las lenguas aparecieron en una época posterior, en una tierra llamada Babel. Recibió el nombre de Babel porque este término significa “lugar en que surgió la confusión de idiomas”.

Posteriormente, el siríaco se hizo prominente entre las lenguas existentes. Las Sagradas Escrituras de tiempos pasados fueron reveladas en ese idioma. Más tarde apareció Abraham, el Amigo de Dios, y derramó sobre el mundo la luz de la Revelación Divina. La lengua que habló cuando cruzaba el Jordán fue conocida como hebreo (‘ibrání) que significa “lengua de la travesía”. Entonces los Libros de Dios y las Escrituras Sagradas fueron revelados en ese idioma, y sólo después de un lapso considerable se convirtió el árabe en la lengua de Revelación...

Observa, entonces, cuán numerosos y trascendentales han sido los cambios del lenguaje, de la palabra y de la escritura desde los días de Adán. ¡Cuánto mayores aun han debido ser los cambios previos a Él!

Al revelar estas palabras Nuestro propósito ha sido demostrar que el único Dios verdadero, en Su altísima y trascendente posición, ha estado siempre y continuará estando eternamente por encima de la loanza y concepción de cualquiera salvo de Él. Su creación ha existido siempre, y las Manifestaciones de Su divina gloria y las Auroras de eterna santidad han sido enviadas desde tiempo inmemorial y han sido comisionadas para convocar a la humanidad hacia el único Dios verdadero. Que se hayan olvidado los nombres de algunos de ellos y se hayan perdido los vestigios de sus vidas debe atribuirse a las alteraciones y los cambios que han sobrevenido al mundo.

En algunos libros se hace mención de un diluvio que causó la destrucción de todo lo que existía en la tierra, incluyendo documentos históricos y otras cosas. Además, han ocurrido muchos cataclismos que han borrado las huellas de muchos acontecimientos. Asimismo hay divergencias entre los antecedentes históricos existentes, y cada uno de los diferentes pueblos del mundo tiene su propio relato sobre la edad de la tierra y su historia. Algunos extienden su historia hasta ocho mil años atrás, mientras que otros lo hacen hasta doce mil años. Para cualquiera que haya leído el libro de Júk, es claro y evidente cuánto han variado las relaciones proporcionadas por los diversos libros.

Quiera Dios que vuelvas los ojos hacia la Más Grande Revelación, y desatiendas completamente esas tradiciones y relatos contradictorios.